jueves, 11 de agosto de 2011

La Mujer y la Pelota de fútbol.

 Un poco de filosofía y pensamiento futbolero y de la vida en general.

Por Omar Ortega Jaime

Porque codiciada y de todos, si parece que solo es nuestra, si la llevamos por la banda lo mismo que en cualquier plaza comercial de ambiente fresón y de paredes en blanco del sur de la Ciudad de México, por que de todos y no nuestra, si somos nosotros los que nos llevamos la gloria cuando la metemos dentro, muy dentro de las redes y celebramos al grito de gol, por que de todos si parece que ella nos ama lo mismo que nosotros a ella, y nos corresponde ese amor adentrándose entre las piernas del contrario y siguiendo nuestra gambeta, a donde yo le digo, a donde yo le ordeno.


Como ya lo mencione antes, a la pelota y a la mujer hay que tratarlas bien, y esto hoy, no lo escribo por nada, es que a veces la vida te hace reflexionar y te hace pensar, que no todo es una tanda de penales, y que la vida como el fútbol a veces también se toman en serio.
Esa estabilidad de la que todos hablan y el encontrar a la pareja ideal a veces suele ser complicado, a veces suena difícil y descabellado pensar, que un Don Juan del medio campo, que reparte y distribuye balones mientras recibe de igual forma, y maneja como dios, pueda tener la serenidad y la paciencia de quedarse sin acariciar al balón de esa forma y en tan repetidas ocasiones con distintas esféricas hechas de cuero y cosidos a mano.

No es desesperante, y se disfruta bastante, pero tantos goles en tan distintas porterías no siempre te llena tanto como la acompañante fiel que se interesa en ti y no en los zapatos que calzas a la hora del remate, a veces el amor ideal lo encuentras en quien menos habías pensado y te pasan la pelota de la que nunca quieres despegarte, las mas prohibida, la más descabellada, estar enamorado de una amiga, compañera, confidente, como sea, te hace sentir, más que como el gambetero, como el utilero, que conoce a la perfección, que la lleva antes y después de los entrenamientos, que la guarda, que la cuida, que la entiende y la escucha, y que no es un patán como esos veintidós que solo la toman cada mañana para practicar, y que le pegan con todo el empeine en el orgullo y los sentimientos, y que ella admira, y desea, aguantando los golpes que te da el fútbol por tener piernas y brazos grandes que, como todo buen futbolista, manejas y presumes ante la esférica, a la que todos desean, y que a la vez, quiere con todos.

El barullo de la grada siempre presente, y el sin fin de opiniones, consejos, reclamos, que siempre están presentes mientras vez venir la pelota, esa pelota que a diferencia de otras, no quieres para solo lucirte, que no tocarás de primera intención, que le tienes pensado algo distinto y que a la vez, no sabes que le tienes preparado, "tócala", "pásala", "aguanta loco", "alza la cara", la gente siempre opina, entre amigos y consejeros todos te exhortan en diferente tonalidad, tú, metido en tu objetivo, simplemente esperas al final no perderla y dejarla ir por la banda como un fracaso mas, simplemente, a esta pelota, tal vez le tienes preparado algo especial.

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