jueves, 7 de enero de 2016

Soy a tí cómo Zidane es al futbol

Tu eres el futbol, yo soy Zidane.

Soy aquel que deslumbró con sus goles, sus gambetas, que te hizo vibrar.

¿Recuerdas cuando juntos la rompimos? Seguramente no olvidas que fuimos de un lugar a otro dando cátedra de nuestra capacidad juntos,  tu y yo contra todos, como Zidane haciendo la ruleta frente a dos escoceses en Glasgow, hicimos magia como Harry Potter en la cancha del Bernabeú, debajo de las sabanas hice gambetas que te hicieron llegar al cielo, metí el gol de volea con el que ganamos la Champions contra Leverkusen en el 2002, y cuando tomé tu mano por primera vez fue como anotar mi primer gol.

Como Zidane al futbol te lo debo todo, contigo fuí feliz, ser tuyo y deberme a tí fue mi gran pasión, me entregué en cada partido y no dejé morir ninguna jugada, nunca me di por vencido ni cuando parecía que no querías más de mí, no di una pelota por perdida por que amarte, como Zidane al futbol, es lo que mejor supe hacer.

Al final, como a Zidane, un error me marcó. Estuve cerca de volver a levantar la copa del mundo como aquellas veces en las que juntos la llevábamos hasta el cielo con ambas manos y tus piernas rodeando mis caderas, estuve cerca y un error, definió el final de mi historia contigo, igual que la de Zizou como futbolista.

Le di un cabezazo a Materazzi el día en que me alejé de tí, del campo de juego, salí expulsado y cabizbajo al vestidor, no pude siquiera voltear a ver la copa, y ese error me dejo fuera de tí, fuera de tu vida, fuera de tu historia, no volví mas a pisar la cancha, no pude nunca más decirte que te amo, no pude volver a gambetear ni volver a tirar una panenka en serie definitoria desde el manchón... Añoro aquellos días de gloria, de juego, de tus dedos entre los míos y tu risa frente a mi cara, de tus labios, de mis goles...

Sí, tu eres el futbol, yo soy Zidane.