Por Omar Ortega Jaime
8-nov-11. Me he puesto a pensar demasiado tal vez, cuando
simplemente debo empujar la pelota al fondo, me siento como un científico
meticuloso ante una misión aparentemente fácil y psicológicamente de lo más
complicada, a veces pienso que todo ha sido una ilusión mía y nada más, que soy
yo el único que mantiene entre sus planes ser parte de tu plantel y que nunca
ha existido un interés tuyo por adoptarme como tu estrella y delantero centro
titular, ¿serán rumores acaso y nada más?, la gente se da cuenta y siempre
especula, ellos hablan, nos han visto compartir mucho tiempo y evidentemente
dudan de una simple relación estrecha entre dos partes y el asunto de pantalón
largo, la afición y los medios abundaron con toda clase de comentarios y no me
han faltado las preguntas sobre si existe la posibilidad de vernos en una
presentación frente a las cámaras y los flashes que impactan en tu camiseta y
mis manos sosteniéndola con orgullo y una sonrisa inevitable.
Lo que es un hecho es que esa sonrisa tuya, tal vez no
inevitable pero si inolvidable para algunos como yo, me tiene mal y pensativo,
especulaciones van, especulaciones vienen, yo lo sigo pensando demasiado y es
que no me duele pensar en la poca o mucha posibilidad de estar contigo, es el
riesgo que implica el poner en la mesa las cartas y soltar una verdad que no he
manifestado por el miedo no al rechazo, si no al fin de lo que hasta ahora es
una linda alianza entre ambos, no se, si viviera otra etapa de mi carrera ya
hubiera disparado, total, escomo un tiro penal, una falla más, una falla menos,
así nos forjamos los delanteros, he reventado balones de más lejos y me he
arriesgado en otras tantas veces en las que he salido avante y en las que
retumbado el travesaño de forma increíble sin que nadie pase de una crítica momentánea
y no sea más que un trago amargo en ese instante para mi, que se olvida, y que me hace pensar en el siguiente disparo.
Mi última faceta como futbolista y conquistador no fue nada
agradable, me trataron bastante indiferente de la misma forma en la que yo
nunca me interesé en realidad por esos colores, tal vez la desesperación provocada
por la inactividad me llevaron a cometer ese error, pero hoy se que si quiero
vestirme de algo, es de ti, es de triunfo a tu lado y que quiero robarme la
gloria de tu historia y hacerme parte de ella para volverte parte de mi exitosa
carrera profesional como enamorado del balón, me he puesto a pensar demasiado
tal vez, cuando posiblemente solo debería empujar la pelota al fondo, muy al
fondo de la red.