Desesperación

Si no le quise pegar a esa pelota fue por que sabía que no me convenía, pero ¿como puede no convenirte hacer uno de los goles más importantes de tu vida?, tener presentimientos no es malo si sabes como controlar tus emociones ante tales situaciones, y no se si debí conocer esta parte del juego en otro momento o tu marca nunca debió haber llegado, si la posición que desempeñas tenía que estar en la misma banda en la que yo me desenvuelvo y si pudiste haber estado en otro partido quizá, no se, cada vez que me muevo por el pasto desparramo rivales y me paseo por diversos pasajes sin problema y engreido con una y otra de la mano, la esférica esta en mi poder y no me controla a menos que seas tu quién esta de frente y acechandome con una sonrisa y un saludo como el de todos los días.

¿Desesperado yo?, ¿por que?, si solamente no he sido titular en ningún partido este año y no he convertido un gol mientras los meses transcurren y se acaban como si no fuera agónico escribir el diez en la fecha hasta este momento y el cero en la cuenta de los ansiados pepinos, si mientras supongo salir con alguién y tener una relación con alguién mas, te sigo mirando con la estúpida ilusión de que pudiste haber sido tu la que acabara con la mala costumbre de hacer una jugada de más en linea de fondo o de servir a los uniformados en el mismo tono que yo y no pisar terreno prohibido cuando de ser fiel se trata.

Que lástima, y que lindo es a la vez, vivir con la misma ansia de anotar como si fuera la primera vez que lo hago, que extraña sensación de suponer que soy quién no quiero ser y de pensar que es bueno mientras trato a gritos de quitarme la etiqueta que presumo ante la gente, de pensarte como la única alternativa y forma para dejar de serlo y a la vez saber que no lo hice por negar la oportunidad de seguir por la misma senda como una figura aferrada al juego, como un veterano que no debería seguir jugando y que no puede evitar sentir el nervio y la adrenalina de pisar el cesped, yo ya no quiero jugar, preferiría ahora, quedarme contigo, no eres para mi, lamentablemente, seguiré intentando hacer goles.