Por Omar Ortega Jaime
10-oct-11. Como todo buen centro delantero, los altibajos
existen y están ahi siempre, en cada juego, en cada entrenamiento, a pesar de
que hoy día lo vivo de un modo diferente ese nivel emocional tan inestable
sigue moviéndose como la aguja de un detector de mentiras, el poco o mucho
tiempo en la cancha y las emociones fuertes que te hacen sentir en ocasiones
tus ex equipos marean el pensamiento y te hacen perder el piso para bien o para
mal.
Después de una semana llena de alegrías, emociones fuertes,
gritos, excitación y llanto, mucho llanto, parece que el sentimiento y la
pasión con la cual golpeas y llevas la pelota por el mundo se ha desbordado y en
ocasiones suele ser peligrosa y te pone en frente pasajes de tu vida que creíste
nunca más volverías a vivir y te hace pensar en aquel que siempre se quedara en
tus ganas de presenciar, lástima, altibajos.
Han pasado muchas cosas durante estos días y en realidad no
entiendo porque usar este espacio para expresar momentos existenciales personales
aunque a mí mismo me responde ver mi nombre en el título, ja, además así somos
los delanteros, la posición de lujo que te expresa grandeza y que se lleva los
aplausos de la gente y el cariño de los fans, el que convierte en gritos de
emoción esa gran acción y el que luce los triunfos por la calle y de la mano de
cualquiera que sea la camiseta que en ese momento trae puesta, y aunque en
realidad la mayoría de las veces la historia sea distinta, o no te has puesto a
pensar que tal vez en ocasiones quisiéramos vestirnos en gloria dentro de un
júbilo de carácter distinto, que nos gustaría visitar un estadio diferente y
pasar por encima de un césped añorado y que al final, entre el pulpo de
emociones combinadas y la telaraña en la mente, terminas tendiendo tu cuerpo y
tu humanidad sobre aquella cancha que solías pisar hace ya bastante tiempo y
que al final, te quedas sentado en el banquillo pensando y en realidad no
sabiendo en que pensar.
Si señores, lastimosamente ese tipo de pensamientos hacen
sentir a un jugador una basúra al final del día, tengo algo que no me satisface
ya que deseo algo mas a quién en ocasiones le pido ayuda y termino vistiendo la
camiseta de mi club anterior, ahí, en donde nadie de mis compañeros nuevos me
vean, en donde nadie se dé cuenta de que puedo hacer que extraño aquella
afición y el alarido de aquellos hinchas, en donde puedo pensar que es verdad y
prometer sin reflexionar con el puro pretexto de volver a sentirme grande en
realidad, escuchar el sonido de quién me aclama y me arropa entre sus gradas
como un verdadero héroe aunque mañana, tenga que volver a aparentar que me
llenan de emoción esos nuevos colores que de cualquier modo no dejan de ser de
lo más atractivos.
Una especie de dilema se crea entre lo que quieres, lo que
no, y simplemente entre lo que es posible y puede pasar si somos realistas, y al
final en el obscuro vestidor, cuando te quitas los zapatos y sacudes el pasto
de entre tu cabello, no queda más que descansar, seguir entregándote al club
que en su momento y por algo fue tu objetivo, y no pensar en que camiseta
vestirás, simplemente hay que esperar el próximo draft.
Gracias por leer y los espero los lunes a las 7 en La Neta Deportiva por Eclipse Radio, en Toque Preciso y la sección deportiva de letra joven, abajo links al costado los accesos, ciao!
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